martes, 19 de julio de 2011

Ahora sí que necesito un Plan B

No es porque sea fría, insensible o pesimista... Es que nadie me ha enseñado lo contrario.

Yo he crecido recogiendo lo que encontraba por ahí, lo que me regalaban las personas de mi alrededor.
Creo que desde siempre me han regalado sus mejores virtudes y sus mejores defectos, sin saberlo siquiera... Y eso me encanta, soy muy feliz sabiendo que tengo eso.

Pero si me falta una virtud o defecto es porque me ha faltado una persona que me lo diese. ¡No sé por donde buscarlo!¡ No sé donde lo ha podido esconder! Y ya me estoy desesperando de tanto buscar y no encontrar.

Yo siempre intento que todo salga bien, me gusta que las cosas acaben bien... Y siempre me lo cargo.
¿Dónde puede estar? Ya me canso de imaginar como sería todo y que no sea así.

Siempre es igual... Esa sensación de destrozar algo importante para alguien. No sé, es como si un niño de cinco añitos tuviese una tarta gigantesca por su cumpleaños y fuese yo, a colocarle las mejores velas que he encontrado, y tropezar destrozando sus ilusiones de soplar sus seis añitos en esa enorme tarta con sabor a chocolate... Me cargo la tarta, ¿y ahora qué hago?

Necesito encontrarlo ya. Pienso, creo, deduzco... Llámalo como quieras, pero quizás mi vida hubiese sido mejor si siguiese aquí conmigo ayudándome a encontrar lo que dejó escrito en testamento.