miércoles, 4 de julio de 2012

-Sí, me pusieron gafas...



Y debería ponérselas, porque le duelen los ojos y se le cansa la vista...
Hace ya tiempo que fue al oculista por si los dolores de cabeza eran debido a eso, pero no. También hace tiempo que se hizo los análisis, y tampoco mostraban nada fuera de lo normal. Jajaja, ¡¿ella normal?! Anda ya...
Hace mucho tiempo que todo empezó a cambiar. Mentira, hace ya mucho tiempo que se percató de que nada para de cambiar. Empezó mucho antes de comenzar a ver la vida enmarcada en dos pequeños rectángulos.

-Sí... tengo muy poco de astigmatismo, pero bueno...
-Bah, bueno, no te quedan mal.

Sí, claro. Algo de astigmatismo. Lo que tenía era un pedazo de problemón más grande que ella. Ya no había marcha atrás... El primer pequeño importante problema le sacaba una cabeza y se metía en sus pensamientos noche y día, no la dejaba dormir. El segundo pequeño importante problema era que sonreía demasiado, que se parecía a la de antes y no sabía como mirarse al espejo. El tercer, y no último pequeño importante problema, era que ya no era ella.


Ya no era ella, era el momento. Este momento.